La herencia que los padres de la independencia nos dejaron luego de la forma del acta de independencia ha sido convulsa, desde su fundación El Salvador ha tenido que optar por bandos Liberales y Conservadores, PCN o Unión Opositora, ARENA o FMLN, Bukele o Los Mismos de Siempre (en esta categoría entran todos los que no piensan como él), parece que el único momento en el que los electores no tuvieron que elegir entre dos bandos fue el Martinato (periodo en el que el General Maximiliano Hernández Martínez gobernó).
El contexto político siempre plantea nuevos panoramas y
giros inesperado, también presenta el surgimiento de nuevos partidos políticos
muchos de estos efímeros como: Partido Nacional Liberal (PNL), Partido Acción
Ciudadana (PAN), Unión Popular (UP), Acción Renovadora (AR), Líder, Punto,
Frente Democrático Revolucionario (FDR), UNIDAD, Partido Social Demócrata
(PSD), Movimiento Nuevo País (MNP), Partido Popular (PP), Fraternidad Patriota
Salvadoreña (FPS), Partido Salvadoreño Progresista (PSP) y muchos otros que
podrían hasta ser producto de la ficción, pero que en el ejercicio de una
democracia son señales de un libre ejercicio de la acción política.
En la actualidad no es la excepción porque también han
surgido nuevos partidos políticos que buscan hacerse eco en una sociedad que se
nota cada vez más cansada de los partidos tradicionales como lo son: Democracia
Salvadoreña (DS), Nuestro Tiempo (NT), VAMOS y Nuevas Ideas (N). Estos
representan una nueva línea de pensamiento alejado del pensamiento tradicional
que representan ARENA y el FMLN. Como en su tiempo una nueva línea de
pensamiento encabezada por ARENA para romper con el bipartidismo del PCN y el
PDC, ARENA logro convertirse en una nueva alternativa en los años 80’s. Nuevas
Ideas y GANA de la mano del actual presidente de la república buscan
convertirse en esa alternativa para los electores que simpatizan con su línea
de pensamiento.
Es muy importante tener en cuenta que la realidad de
los partidos políticos en El Salvador es muy débil, la construcción de una
democracia aún esta muy distante de aquel sueño que inicio en 1992 con la firma
de los acuerdos de paz, parece que el país se encuentra constantemente en la construcción de política sólida y en el fortalecimiento de la institucionalidad del país.
Eventos como los del 9 de febrero del 2020 nos
demuestra que si bien es cierto los militares ya no tienen un papel activo en
la política este sector es usado como títeres políticos, el actual gobierno usa
todas las carteras del estado como una bandera de propaganda política y la
Fuerza Armada (FAES) y la Policía Nacional Civil (PNC) que deben por su
naturaleza ser apolíticos, Bukele los ha podido usar como parte de su estrategia política.
Por ello se vuelve importante que todos como
ciudadanos nos convirtamos en actores activos de la política salvadoreña, ya
que a la larga lo que nosotros construyamos influirá al largo o corto plazo. Lo
más lamentable de todo es que Bukele a construido toda una ideología que se ha
convertido en el Buekelismo al puro estilo de Donald Trump en Estados Unidos y
el Trumpismo, ya que vemos como su partido Nuevas Ideas y sus candidatos y su
gabinete de gobierno adopta su estilo y su forma de hablar y parecen hacerse
eco en una población que a ciegas estaría dejando todo el poder en sus manos.
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