Es curioso como en estos periodos electorales los candidatos tratan de poner su mejor cara, se arreglan de tal manera de resultar atractivos para la población salvadoreña, en tiempo de elecciones los políticos son capaces de ofrecer cielo, mar y tierra con tal de ganar la preferencia de los salvadoreños y estos como novias de pueblo se deslumbran por ese chico de capital que llega a su cantón.
En tiempo de elecciones no importa de donde provienen los fondos que usan para sus campañas pues los ciudadanos se encuentran deslumbrados por esa publicidad tan fantástica con la que se presentan, en tiempo de elecciones las promesas son importantes pero lo menos importante es como se van a ejecutar.
Las elecciones son ese periodo donde el pueblo se ve impresionado por el despliegue mediático que hacen los candidatos, el pueblo busca un candidato con el cual identificarse y como novia enamorada lo defiende a capa y espada sin importar que este le este mintiendo en la cara, pueden haber pruebas que es un fraude pero se aferro a él y le juro su lealtad a tal modo que es capaz de morir por este.
En está lucha también se busca desprestigiar al adversario, pues la novia en este caso es el pueblo y los pretendientes los candidatos, pero como suele pasar en la mayoría de las historias la etapa del enamoramiento pasa y la vuelta a la realidad es dura, se consuma el acto y uno de estos se vuelve en esposo de la nación e inicia el mismo ciclo de corrupción al que estamos acostumbrados y este matrimonio de cinco años puede resultar más caro de lo que pensábamos.
Este tres de febrero salgamos a votar pero hay que hacerlo con conciencia y no dejándonos impresionar por candidatos despampanantes porque recordemos que hace 10 años el que más hablo que iba a luchar contra la corrupción resulto ser un corrupto más con acilo político, hace 20 años un empresario busco la presidencia y se aprovecho de su cargo para beneficiar a sus empresas, hace solo 5 años uno que salió de la cúpula y el que dijeron que si era el bueno resulto ser un presidente ausente, seamos objetivos y no le dejemos el rumbo de nuestro país a cualquiera.
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