Aunque la modernidad nos ha dejado los más grandes legados que podemos imaginar, como la maquinas de vapor, el sistema de refrigeración, los termómetros (y vaya que son necesarios en esta era), y muchos inventos más que cambiaron la forma en la que vemos el mundo, lo que nunca ha cambiado es el estatus quo entre ricos y pobres. Pareciera que uno de los grandes retos de la modernidad ha sido vencer la brecha que divide a estos dos grandes segmentos poblacionales. A la modernidad se le quedo atrás esa gran meta de superación que se planteó desde sus orígenes con las grandes revoluciones, que nacieron de esta misma. Al abandonar los reinados y entrar en la edad de la luz y la intelectualidad, pareciera ser que los grandes perdedores son aquellos que tienen poco poder adquisitivo. Las revoluciones y los cambios parecen solo llegar a esas elites que son capaces de comprarlas con su dinero y su feroz ambición. En nuestros tiempos parece ser que la humanidad no ha sido capaz de avanzar de...
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